Recientemente, se han producido diversos actos que dejan en entredicho el sentido de la expresión 'ser humano', al menos tal y como se percibe en el mundo académico, o la pertinencia de todos a ese conjunto.
Dicha expresión se podría definir con una serie de características y nos quedaríamos tan anchos, pero la realidad es, que en esa apreciación, sentiría vergüenza ajena. Un ser humano tiene capacidad de tomar decisiones, racionalidad, voluntad e inteligencia, a simple vista parecen buenos atributos, pero nada más lejos de la realidad. Estas son las características que llevan al mundo a una situación como la de estas dos últimas semanas, en la que el terrorismo islámico se cobra 195 muertos y 295 heridos y en la que unos encapuchados acaban con la vida de un empresario vasco de 70 años. Estos individuos son seres humanos, cumplen los requísitos para serlo. Esto me produce vergüenza de lo que somos y en que nos convertimos, y siento envidia del resto de seres vivos, al menos ellos matan por necesidad de alimentarse y no por puro egoísmo.
La libertad que se nos atribuye por ser seres humanos, no es más que una simple falacia, pues estamos bajo el yugo del terror. Terror a que un día te toque a tí, de que le toque a un ser querido, o, que simplemente, lo veas delante de tus propias narices, eso es lo que deberíamos sentir, pero ya estamos tan acostumbrados al terror, que nos olvidamos al igual que de la sal, cuando compramos en el super de la esquina. Sinceramente, el ser un ser humano no implica mayor libertad, mayor libertad es la implicada en su animal salvaje. Los animales salvajes tienen libertad, esa libertad que en algún momento tuvimos y dejamos escapar.
Dicha expresión se podría definir con una serie de características y nos quedaríamos tan anchos, pero la realidad es, que en esa apreciación, sentiría vergüenza ajena. Un ser humano tiene capacidad de tomar decisiones, racionalidad, voluntad e inteligencia, a simple vista parecen buenos atributos, pero nada más lejos de la realidad. Estas son las características que llevan al mundo a una situación como la de estas dos últimas semanas, en la que el terrorismo islámico se cobra 195 muertos y 295 heridos y en la que unos encapuchados acaban con la vida de un empresario vasco de 70 años. Estos individuos son seres humanos, cumplen los requísitos para serlo. Esto me produce vergüenza de lo que somos y en que nos convertimos, y siento envidia del resto de seres vivos, al menos ellos matan por necesidad de alimentarse y no por puro egoísmo.
La libertad que se nos atribuye por ser seres humanos, no es más que una simple falacia, pues estamos bajo el yugo del terror. Terror a que un día te toque a tí, de que le toque a un ser querido, o, que simplemente, lo veas delante de tus propias narices, eso es lo que deberíamos sentir, pero ya estamos tan acostumbrados al terror, que nos olvidamos al igual que de la sal, cuando compramos en el super de la esquina. Sinceramente, el ser un ser humano no implica mayor libertad, mayor libertad es la implicada en su animal salvaje. Los animales salvajes tienen libertad, esa libertad que en algún momento tuvimos y dejamos escapar.
Si estar en el grupo de los seres humanos, implica estar en el mismo saco que tales individuos, lo siento pero yo presento mi dimisión. Desde ahora, soy un animal más, en un planeta controlado por seres humanos. De momento.
Nota: Desde luego que pocos comentarios en este blog, ni que se cobrara por ello. Cobrar por ello, eh?
Nota: Desde luego que pocos comentarios en este blog, ni que se cobrara por ello. Cobrar por ello, eh?
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