"El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla", Mathama Gandhi.
La vida es sagrada. Matar está mal, eso lo sabemos todos, pero algunos la mayoría de personajes de shounen llevan este noble principio a extremos totalmente ridículos. Por favor, que es un monstruo sanguinario y si no te lo cargas fijo que se desayuna a alguna clase de huerfanitos! Ponlo en una balanza! Monstruo enorme <--> clase de huerfanitos! Y no me seas Bender, no elijas al monstruo!
Ejemplos: Rurouni Kenshin, Trigun, Dragon Ball.
"Mira como ha crecido el monstruo en mi interior", Johann Monster.
Los protagonistas de estos mangas tienen un oscuro secreto, ocultan algo malvado en su interior. Y no me refiero a que espian a la vecina cuando se ducha, si no algo mucho peor. Un oscuro demonio, un devorador de almas, un simio gigante (?); un monstruo que marca la existencia del pobre personaje y que en determinadas circunstacias lo poseerá dándole más poder y más mala ostia. Si, grandes documentales como El Exorcista estaban equivocados, la posesión es buena!
Ejemplos: Bleach, Naruto, Dragon Ball, Yuyu Hakusho, 666 Satan, Claymore.
"¡Más madera, es la guerra!", Groucho Marx.
Hay que entrenar mucho. Muchísimo. Y luego entrenar aún más, y en sitios más raros que un perro verde de mirada aviesa. No importa perder meses de tu vida en una actividad no productiva ni renumerada, hay que entrenar porque el destino del barrio/país/mundo/galaxia/universo/dimensión está en juego, y sólo con patadas se podrá salvar!
Ejemplos: Dragon Ball, MAR, Bleach, Hystory Strongest Disciple Kenichi.
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